27 mayo 2008

Cynthia Lawrence…Una Voz Solidaria

Cynthia Lawrence…Una Voz Solidaria
Por Gonzalo Tello



Concierto en el auditorio del colegio Santa Ursula, 24 Marzo 2008.

Cynthia Lawrence (Soprano)
John Schofield (Tenor)
Gabriele Settembrini (Barítono)

Orquesta de Cámara
Lucy Arner, directora.

Programa:

Mozart: Obertura “Las Bodas de Figaro”, orquesta
Verdi: “La luce langue” (Macbeth), soprano
Mozart: “Non piu andrai” (Bodas de Figaro), barítono
Puccini: “Mario, Mario” (Tosca), soprano, tenor
Puccini: “E lucevan le stelle” (Tosca), tenor
Puccini: “Vissi d´arte” (Tosca), soprano

Verdi: “Ecco l´orrido campo” (Ballo in Maschera), soprano
Verdi: “Solemne in quest´ora” (Forza del Destino), tenor, barítono
Strauss: Obertura “El Murciélago” (Die Fledermaus)
Strauss: “Czardas” (Die Fledermaus), soprano

Encore: Puccini: “Un bel di” (Madama Butterfly), soprano

Entramos al auditorio para ver un escenario bastante vacío, con solo treinta sillas, atriles, y algunos músicos ensayando. Por el tipo de programa, con tantos verdis y puccinis, me pregunto si es que el número de músicos será suficiente para hacerle justicia plena a tremendas escenas. Habría que ver.

La orquesta junto con Lucy Arner, comienzan el recital con la obertura de “Le nozze di Figaro” ya muy conocida y parte del repertorio habitual de todas las orquestas nacionales. La orquesta aún fría pero atenta, sigue a la directora Arner, quenos brinda una lectura simple y directa.

Lawrence entra en escena para cambiarnos completamente de humor. De la comedia relajada de Mozart, a la tremenda escena dramática de Lady Macbeth “la luce langue”. Desde el primer momento Lawrence, completamente absorbida por el papel, nos da un fraseo elegante. Hasta que llega el momento del “e neccesario!” donde parece que el auditorio le quedó chico, a esta voz potente y recargada. Aquí me doy cuenta de que soprano y directora se complementan bien, y la orquesta no quedó nada chica al lado de ese monstruo de voz.

Luego volvemos a Mozart, con el aria de Figaro. Si bien la inclusión de esta aria y la oberura rompen con la estructura del programa completo, se justifica de alguna manera, ya que esta aria es muy famosa, y alguna de las pocas que el barítono aún se sentiría cómodo cantando. Aunque la interpretación totalmente fría, la mandó al olvido.

A partir del dúo entre Tosca y Cavaradossi ya empezé a sentir que la directora Arner no se siente tan cómoda con Puccini tanto como con Verdi. Aquí Arner entra en aprietos con la irregular interpretación de Schofield, quien sufre para sostener los agudos, y en más de un momento sale de tiempo. Lawrence se desempeñó bastante bien, pues es un rol que sabe perfectamente, y que interpretó en Londres hace poquísimo tiempo.

El aria del tenor “E lucevan le stelle” no merece comentario. Posteriormente el mismo Schofield comentó que estaba afónico, pero aún así decidió continuar, en favor del recital benéfico.

“Vissi d´arte” de Tosca, es interpretada correctamente, aunque de manera algo exagerada en ciertos momentos, para mi propio gusto. El final del aria, a media voz, cerró la primera parte del programa de forma placentera.

Durante el intermedio, pude cruzarme con la soprano, comentándole que me daba algo de pena que no hayan incluído las arias de “Andrea Chenier” y el dúo de “Ballo”. Pero como ella me dijo, fue un programa tentativo. Para la próxima será.

En la segunda parte, Lawrence abrió con mi escena esperada, el aria del segundo acto de Amelia en “Ballo” de Verdi. La orquesta tocó la introducción correctamente, con excelentes tiempos y buen balance, lo que me ratifica lo cómoda que se siente Arner con Verdi. Este papel es relativamente nuevo para Lawrence, y su interpretación, junto al perfecto balance entre voz y orquesta, me hacen querer verla en la ópera completa.

El dúo entre el tenor y barítono de “La Forza del Destino” fue una buena elección para ambos cantantes. El tenor es el que soporta casi todo el dúo, con intervenciones esporádicas del barítono que le permiten lucir la voz, sin lugar a errores evidentes. Aquí Settembrini proyectó lo que no hizo antes, una voz potente y clara, algo desnivelada, pero interesante en conjunto. Schofield demostró que tiene un timbre bastante agradable, una voz que tiene la potencia para este tipo de papeles heroicos, y que es un talento en potencia. Lamentablemente, su problema con los tiempos hizo que Arner entrara en peores aprietos, y casi se le vayan de la mano los cantantes. Lo repito porque me parece una constante en el tenor que siempre es evidente, y debería revisar.

Terminamos el programa con la obertura de “Die Fledermaus”, excelentemente dirigida por Arner, y que disfruté mucho, ya que al ser pocos músicos los de la orquesta, le dieron ese tinte que las orquestas de cámara dan, a diferencia de las orquestas sinfónicas. Especialmente los momentos del vals y la polka, donde el sonido de las cuerdas era delicioso.

Las Czardas de Rosalinde, de la misma ópera, es un aria difícil, con mucha coloratura, y escrita para una voz grande como la de Lawrence, que al final se robó los aplausos del público.

Al terminar, el regalo fue “Un bel di”, aria de “Madama Butterfly” que el público celebró desde el inicio, al reconocerla como aria famosa. Lawrence de nuevo excedió expectativas con la interpretación, que retumbó en las paredes del Santa Ursula, y nos deja una sensación satisfactoria al final, como la que uno siente cuando sale de algún teatro después de haber visto una gran obra.

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